25 d’oct. 2009

Pilar Rahola. Un perfil pijocarca

Pilar Rahola siempre ha sido un personaje que, la mayor parte de las veces, ha generado en mi un rechazo casi frontal. Tengo que reconocer que me he centrado siempre mucho más en las intervenciones que mas desagrado me han ocasionado, pero reconozco que en algún caso alguna de sus opiniones no me ha parecido desacertada. La gran pregunta que me hago es si se trata de una persona relativamente inteligente pero excesivamente lenguaraz y que debido a su precipitación opta por enrocarse en determinados posicionamientos grotescos, o se trata de un perfil de persona mentirosa elaborado con cierta astucia.

Su fobia sistemática a la izquierda, su persecución obsesiva, demuestra parte de su debilidad argumental, pues uno puede estar más hacia un lado o hacia el otro, nunca en ninguna parte como Dios (ni en todas), pero hay que reconocer que hay gente inteligente y con razonamientos aceptables en ambos lados del arco político clásico, y hay sectores de uno u otro lado a los que se puede tachar de más cavernícolas o menos. Y lo digo yo que me considero ubicado en la izquierda, deseoso de practicar una política que vaya más allá de esta distribución tan bipolar, pero al mismo tiempo sincero y transparente, no me escondo en populismos. Pilar Rahola no puede decirnos que ha inventado ninguna nueva política y su empecinamiento tosco y vulgar contra todo lo que le huele a izquierda prueba que ella está en la derecha, y punto.

Ese es uno de los aspectos erráticos del perfil. Insulta y llama pijoprogres a unos o atiza a aquello políticamente correcto al estilo FAES, pero ella es una pijacarca que debido a que durante algún tiempo anduvo por la izquierda ha heredado algún rasgo de ese lado del espectro. Y eso es lo que confunde en su argumentación. Defensora de los más poderosos en Colombia, donde sólo ve la violencia que le conviene, defensora de lo mismo en Israel, donde sólo ve terrorismo donde a ella le interesa verlo, y donde mezcla lo judío, lo semita y la política de la administración israelí a su conveniencia al igual que lo haría cualquier analfabeto e iletrado con alguna copa de más en una tasca arrabalera. Cuando en España la cosa inmobiliaria clama al cielo y cualquier persona con dos dedos de frente sabe a quien hay que señalar primero, a ella se le ocurre que el drama que vivimos los barceloneses son los “okupas”. Claro, para ella el malo siempre es el último, el muerto de hambre, el de abajo del todo, el más fácil de aporrear, por eso le dan tanta voz en los rotativos “independientes”.

Bueno, y hay excepciones. Defiende a la mujer, claro, pero es que ella lo es. Al menos aún conserva un cierto juicio para defender a algún sector que si que realmente es víctima de atropellos. Pero luego hasta la temática de la mujer se pervierte en sus escritos porque desemboca en una línea argumental que hace hincapié en el islam y de rebote de vez en cuando beneficia a Israel. No habla Pilar Rahola del drama acuciante que vive la sociedad israelí bajo la presión de los cada vez más numerosos fanáticos ultraortodoxos judíos. La mujer israelí a la Rahola le importa un pito. Eso es lo raro, lo que huele a turbio. Si, si, el islam y el cristianismo pecan de misoginia, el judaísmo también. Por favor ¿Podemos llamarle a no saber percatarse de eso imbecilidad, señora Rahola?

Esa araña argumental que sale de Israel y llega a Colombia, donde no sólo las FARC son malas, (¡oh sorpresa!) o donde sólo hay que abrir un periódico de allí (online), para saber que los paramilitares siguen asesinando a campesinos, obreros, jóvenes, mujeres de forma impune cada día, lo desdibuja todo. Es animalista o algo parecido, yo también, comparto sus preocupaciones. Rahola podría ir más allá y escarbar con más valentía, pero dejémoslo aquí, yo también podría ir más allí, osea que felicidades por su animalismo. Esa es la cuestión curiosa; no todo en Pilar Rahola es malo, pero la cabeza de la araña es venenosa, banaliza la maldad (¡oh, bendita Hanna Arendt!) ensalzándola sólo allí donde le conviene. Ahmadineyad es perverso y malvado porque niega el holocausto, en el cual no hay que olvidar que fueron asesinados millones de personas, la gran mayoría judíos, pero también homosexuales, gitanos, gente de izquierdas, mujeres, hombres, niños, niñas sin filiación. Sin embargo también es mezquino y dañino ocultar la maldad de un lado amparándose en la maldad del otro lado. Hace tiempo que algunos de esos de izquierda a los que ella escupe ya nos dimos cuenta de que en un conflicto dificilmente hay bando al que agarrarse. Ella no tiene problemas, encuentra bando rápido. Eso sólo pasa cuando alguien es doctrinario, mercenario o ¿Imbécil? A los de izquierda que ya hemos visto unas cuantas cosas en la vida siempre nos queda el defecto de defender al más atropellado. No es este el caso de la pijocarca. Feliz pesebre y que las tradiciones le hagan servicio señora Rahola. Navidad se acerca.


3 comentaris:

Joseba ha dit...

Te sale más bilis y te envenenas. Es lo que tiene la pijoprogresía, que se pone histérica ante la gente inteligente. Mil veces más una rahola, que un pijoprogre capando culturas e imponiendo dictaduras.

Bu ha dit...

Joseba, yo no borraré los comentarios antagónicos como hace Pilar Rahola en su blog. Pero de todos modos aunque pueda comprender que no te gusta mi opinión, lo que no entiendo es esa reacción tan furibunda, como de energúmeno. Tengo la certeza de que escribo con mucha menos bilis que la Rahola, así como también con mucha menos habilidad retórica. Y, efectivamente, lo de "pijoprogre capando culturas e imponiendo dictaduras" te queda como un poco fuera de tiesto ¿No? Apunta mejor cariño.

Juanma ha dit...

Bu, lo de "pijoprogre capando culturas e imponiendo dicatduras" creo que no va por ti, es como una dualidad ante la que tienes que escoger. O Rahola o a esa definicición estigmatizadora. Pero yo creo que ninguna elección es buena; ni ese tipo de pijoprogre rancio ni una demagoga carca que vocifera con tanta frivolidad enmedio de conflictos sangrientos que no conoce.