¿Puede una rata tener fe? ¿Qué es exactamente la fe? ¿Va con mayúscula la palabra fe? ¿Va acentuada? Esta y muchas preguntas me acucian mientras os transmito mis sensaciones pero comprendo que las respuestas a estos interrogantes no son excesivamente importantes, osea que no son de una importancia que peque por demasía, cosa que evidentemente no sería buena.
La rata será como queráis que sea, podéis decir de ella pestes e incluso gritar cuando la veis, pero ella no especula, no trafulla, no vive del trabajo de otro u otra. La rata trabaja y se gana las habichuelas. Quizá la fe no es tan necesaria para aquella rata que mora en las proximidades de un mercado, y cuidado, no de un libremercado, o un mercado bursátil, pues las ratas no pecan de mercadeo, no se encuentran en un sitio y hoy intercambian equis gramos de verdura descompuesta por equis gramos de pan seco florido, para al dia siguiente alterar las cantidades debido a la oferta y la demanda, y así sucesivamente. ¿Que hay mas de algo? pues pillan lo que necesitan y punto.
Yo creo que las ratas creen en si mismas, tienen fe en si mismas, no dudan sólo analizan probabilidades para tomar decisiones adecuadas. Fijaros bien cuando sorprendáis a una, y si la sorprendéis habladle con cariño y no gritéis, porque esa luz y conocimiento que obra en ellas y que hace que crean sin necesidad de ver la cosa previamente, más bien escasea en nuestra especie, y si reaccionáis de forma primaria romperéis el encanto.
(Por Fumanchú; todos los derechos reverberados)
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